miércoles, 24 de septiembre de 2008

previo

El antiguo orden arquitectónico que ha llegado hasta nosotros tiene que ver con un sentido basado en las ansias y el ímpetu de asemejarse a la imagen que se tiene de Norteamérica… pero más de 60 años después que Wright evidenció que en esos edificios “el exterior era todo lo de fuera. Y el interior era allí simplemente lo de dentro. El exterior y el interior, por lo general, estaban completamente separados, independientes uno de otro. Abrieron huecos a la masa exterior de mampostería, para ganar un poco de luz y algo de aire (…) como resultado eran unos edificios pseudo clásicos más o menos semejantes a ordenadas fortificaciones de mampostería”. Quizá son estos surcos los que presentan la primera disyuntiva para que no sean simples “ventanitas”. Y quizá también por eso se piensa en la conjunción entre exterior e interior desde una misma piel que trabaje los umbrales del vacío de manera distinta a lo habitual.
Cubícula Locanda viene a la búsqueda de entregar un nuevo orden desde la vestimenta de los espacios que conviven en ella, donde el exterior no será meramente lo de fuera ni el interior lo de dentro, si no que se pensará desde su acople, su construcción en conjunto que permita al exterior fluir libremente hacia el interior y viceversa. Así mismo, sus características constructivas y materialidad vendrán a dar cuenta de este nuevo orden también como marco de estudio a futuras generaciones.

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