lunes, 13 de octubre de 2008

1.3 vestimentas de la obra Más que un revestimiento de las distintas fachadas hablo de la vestimenta que se cobra la estructura primaria para su cierre, a través de las distintas capas de piel que la cubren. Pero estas pieles tienen que responder a ciertas condicionantes que la evolución del proyecto de habitáculo transportable ha traído consigo: materialidad, definición en cuanto al armado, su transporte y guardado (apilamiento), lo ineludible de ser vivienda (condiciones efímeras) y su espacialidad, por nombrar algunas. La obra carece de coordenadas geográficas, puesto que no posee lugar. Esto conlleva indefectiblemente a re-plantear sus vestimentas a través de coordenadas celestes, aquellas magnitudes que pueden confluir sin depender de otras: luz, lluvia, viento, orientación, etc… Se trabaja desde el sin lugar, pero en el “con espacio”. Para esto se han hecho converger la espacialidad interior en conjunto con lo que le vienen a aportar las condicionantes externas. Hablamos, entonces, de dos pieles como partido radical: una que acoge las cavidades propias del equipamiento y otra que se constituye por la magnitud habitable de su entorno. La obra se debe habitar en el balance entre la espacialidad interior y lo que le fluye desde afuera, su inserción en la extensión. Queda ubicada cuando se pueden distinguir dos frentes: uno expuesto y otro opaco; mas quedará vestida cuando estos dos frentes sean interpretados por la piel que los cubra.

1.4 vestimenta frente opaco El frente opaco aparece como la fachada que debe contener lo ineludible de la vivienda: servicios, actividades domésticas, etc… con el fin de recibir la parte programática de la obra y dejar la posibilidad de abrirse a la extensión al frente expuesto. Por esto digo que se cierra, se hermetiza, también por sus características propias de humedad y la sombra que genera durante el día. También por esto la materialidad debe facilitar ciertas condiciones de hermetismo y aislación que le permitan al interior no sufrir las consecuencias de la humedad. Se han definido, en un primer momento, dos componentes de este frente opaco: el muro curvo y el panel de cajones al que llamaremos muro rasgado.

A muro curvo
Materiales reutilizados: Paneles CD460 - fierros - poliestireno espandido.

El primer revestimiento se piensa a partir de 6 franjas de revestimiento CD460 (comercializado por Hunter Douglas, excedentes de la Hospedería Suspendida). Con ellos se proyecta un muro curvo con aislamiento térmico que contiene la cama y así libera el suelo del dormitorio. Este uso define su ubicación en el nivel mas alto del habitáculo relacionado con lo más íntimo de su habitar. Se está con la premisa de sostener un diálogo con la expansión lateral que libere el suelo de la obra. Esto, para salirse del plomo que dictan las vigas de cajón fundacionales de la estructura primaria. Tomamos partido, entonces, por una “estructura colgante” desde las vigas de cajón superiores.
Luego de hacer un estudio en cuanto al radio alcanzable por los paneles curvos, se ha constatado que liberan aproximadamente entre 80 y 85 cms. desde el plomo de la viga en su tramo radial. Este desfase genera un arco que se descuelga gracias a una estructura de fierro a base de marcos rígidos y escuadras. El montaje de este panel lo denominamos de “cuelgue y apriete” (a la viga de cajón), donde finalmente el propio peso genera que se asiente y se encuentre con la superficie de la estructura primaria. Si bien este primer panel tiene resuelto su vínculo con los paneles contiguos (se pueden encontrar en una arista), posee problemas de apilado y de colocación, ya que se trata de un bloque rígido que no se pliega, manteniendo un espesor mayor que aproblema su guardado.

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